Reseña: El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas - Darío Vilas

SINOPSIS

Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor: Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia. O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.

Hoy os quiero dejar la reseña de un libro que termine hace más o menos un mes, le tenía ganas desde hace mucho pero al final por una cosa u otra no llegaba a comprar el libro, tuve suerte y encontré una oferta y me llevé los tres primeros libros de la colección Dirt de Tyrannosaurus Books muy bien de precio, este es el primero y -de momento- el único que he leído.

Había visto algunas reseñas y mis expectativas eran altas, no digo que me haya decepcionado porque mentiría, pero sí que la esperaba algo más brutal y descarnada, supongo que para algunos lectores lo será pero en mi caso tengo el listón muy alto y no supera otras lecturas anteriores.

Una vez dicho lo anterior, vamos a entrar en materia y hablar del libro. Y debo empezar con el protagonista, Marquitos, sin ninguna duda él lleva todo el peso del libro.
Es un hombre alto, grande, enorme que nos aparece con dos caras ya que por un lado se dedica a cuidar a sus gallinas y a vender huevos y vino a sus vecinos pero luego tiene un pasado oscuro que no tarda mucho en florecer y ahí se nos muestra con toda su crudeza. 
Poco a poco y a medida que avanza la novela vamos conociendo la relación del protagonista con las mujeres, empezando por sus hermanas y terminando con las parejas y ahí es cuando vemos que Marquitos es como la isla en la que habita, Simetría. Ya en el prólogo se nos advierte que es un lugar sórdido, igual de oscuro que nuestro protagonista, con secretos en cada casa y donde nadie se mete en la vida de los demás.

Los personajes secundarios tienen mucha fuerza, me ha gustado como va intercalando la historia de las mujeres. Al inicio no entendemos muy bien como han llegado a la vida de Marquitos, ni tampoco que objetivo cumplen, pero tenemos que darle tiempo al autor y todo nos será revelado, todo menos los secretos que oculta Simetría, que imagino que o lo sabremos en próximas obras del autor o tendré que buscar sí ha aparecido ya en el pasado, en todo caso en El hombre solo conocemos la historia de uno de sus habitantes y después de lo que descubrimos es mejor así, poco a poco.

No la clasificaría como novela de terror aunque en algún lado he visto que escogen este género, a mí me parece que estaría mejor en bizarro por lo rara que es. Aunque, su desenlace es bastante lineal, sí que añade flashbacks al pasado que nos ayudan a entender porque el prota está donde está pero todo ocurre a lo largo de un día o dos y mira que llegan a suceder cosas eh.

Hasta esta novela no había leído nada de Villas pero me ha gustado su estilo, tanto podemos encontrar párrafos con una gran poesía en sus adjetivos como palabras sórdidas en los diálogos, y la mezcla consigue que no llegue a chirriarnos, al contrario, lo asumimos con naturalidad y seguimos leyendo a pesar de que pueda resultar desagradable en algunos momentos.

No sé a quienes recomendaría la novela, no es para todos los públicos y me parece casi más fácil decir quién no debe leerla que quién sí, así pues, no deben aventurarse en su lectura aquellos que no disfruten con la crudeza de detalles, con las escenas de violencia bien contadas, no es una novela gore pero tampoco huye de determinadas escenas, vaya que personas sensibles abstenerse.

184 páginas contadas en primera persona (excepto los flashbacks donde se recurre a la tercera) que se terminan en un par de tardes y que vale la pena releer, de momento no lo he hecho y eso que estaba en mis planes ponerme a ello antes de la reseña pero como siempre ando mal de "tiempos" no he podido y lo he dejado para un futuro, espero que bastante inmediato.


VALORACIÓN: