Reseña: Las brujas - La cata

LAS BRUJAS - LA CATA DE ROALD DAHL

Hoy os traigo la reseña de dos relatos de Roald Dahl, leímos el primero para el club de la isla y el segundo lo empecé a continuación porque me gustó la portada y la sinopsis



LAS BRUJAS

SINOPSIS

Un niño con la ayuda de su abuela se enfrentará a la terrible asociación de brujas de Inglaterra, que están comandadas por su maligna reina, la Gran Bruja. El problema que expone el libro radica en que estas brujas no son las típicas que aparecen en los cuentos tradicionales, sino que son unas mujeres corrientes que se visten con unas ropas corrientes y llevan una vida corriente, como la de cualquier mujer corriente.

LA CATA

SINOPSIS

Seis personas se sientan a la mesa en la casa de Mike Schofield, un corredor de bolsa londinense: Mike, su esposa e hija, un narrador sin nombre y su esposa, y un famoso gastrónomo, Richard Pratt. Pratt suele hacer pequeñas apuestas con Schofield con el fin de adivinar el vino que se está sirviendo en la mesa, pero esta noche la apuesta será mayor... Cuando Schofield sirve el segundo vino de la cena comenta que será imposible adivinar cuál es, lo que Pratt toma como un reto.

LAS BRUJAS

Las brujas es un relato no muy largo, variará su extensión en función de la editorial que escojáis y de las imágenes que traiga, pero vamos, no se tarda mucho en leer, en una tarde lo tendréis terminado seguro.


Para mí, la parte más divertida del libro es cuando se describe a las brujas, vaya, el inicio. Ahí es cuando nos damos cuenta que cualquier mujer puede ser una bruja y que va a ser muy difícil diferenciarlas de las demás mujeres, eso sí, algunos detalles que le da la abuela al niño nos podrán ayudar a la hora de señalarlas como tales.
Así pues, las brujas no tienen pelo y llevan peluca, por eso siempre se están rascando, llevan guantes y tienen los pies cuadrados, también su saliva es diferente... sumando todos estos pequeños detalles, podemos llegar a descubrirlas.

En el libro nos encontramos con las excelentes ilustraciones de Quentin Blake, dibujante inglés que solía ilustrar las obras del escritor.

Es un libro infantil fantástico, con sus toques muy lights de terror. Se puede disfrutar siendo adulto pero que creo que es mejor leerlo de peques. Yo lo tengo anotado en mi lista de libros para regalar a niñ@s y menos mal de este listado, así en Navidad no me agobia buscando qué regalar. Según la editorial se puede leer a partir de 10 años.

Hay varios personajes en el libro, pero el peso principal recae en el niño y su abuela en el bando de los buenos y en la Gran Bruja en el lado de los malos. Hay otros personajes secundarios que son bastante divertidos, por ejemplo Bruno, un niño de lo más glotón y sus padres, unos snobs de cuidado.

Lectura amena, divertida y entretenida, fácil de leer y de esas que te dejan una sonrisa en la cara cuando la terminas, apta para todos los públicos pero lo que os decía, de peques creo que se puede disfrutar más.

Lenguaje sencillo, capítulos cortos y buen equilibrio entre descripción y diálogo. Narrado por el niño que protagoniza la historia, conociendo sus emociones y sensaciones, un acierto de narrador porque nos podemos sentir identificados con él, por como es y como vive los problemas que le suceden.

De este libro tenemos una película dirigida por Nicolas Roeg y protagonizada por Angelica Huston, se estrenó en 1990 y la vi hace muchísimo. A medida que iba leyendo el libro de Dahl me venían flashes del film y no descarto buscarlo y verlo de nuevo.

VALORACIÓN:

LA CATA

La cata es un relato breve -no llega a las 100 páginas-, y además incluye las ilustraciones de Iban Barrenetxea que enriquecen el texto y nos hacen imaginar la situación vivida en el relato, con un toque humorístico. La historia se publicó en 1945 y se lee en un momento, deciros que aunque el autor publicó numerosos escritos para público infantil y juvenil, éste no se incluye en los anteriores géneros pues esta pensado para el público adulto.

Como podéis leer en la sinopsis, asistimos a una cena organizada por Mike Schoflield, a la que asisten su mujer e hija, el narrador y su mujer y, Richard Pratt, un famoso gastrónomo, entendido en vinos y comida. Este último contrasta con el anfitrión, un nuevo rico que no entiende mucho de etiqueta, vinos o comidas, pero lo intenta.

Schoflied reta al enólogo, le dice que no podrá adivinar de donde procede el vino servido en el segundo plato y Pratt se lo toma como el reto que es pero también lo ve como una oportunidad para realizar una increíble apuesta, convirtiendo así el juego en un duelo entre el que ha servido el vino y el que debe adivinarlo. 

Me ha gustado mucho el desarrollo del libro, como el enólogo descarta las diferentes regiones y se va acercando a su objetivo, me lo he imaginado un poco a lo Agatha Christie pues Poirot sigue un sistema parecido a la hora de lanzar el nombre del asesino, aquí del vino. Así pues, es una historia que va de menos a más, desde el momento en el que la apuesta y los premios se lanzan, podemos palpar la tensión en el aire y nos convertimos en un comensal más, deseando saber como terminará la cosa y cual de los dos ganará. 

Respecto al final, no soy amante de los finales felices y en este caso me lo ha parecido un poco, diciendo esto os podéis imaginar mil cosas, por lo que tendréis que leer el relato para saber de que hablo... y de verdad que es recomendable totalmente, además la edición es una preciosidad, las ilustraciones, el texto, todo. Ideal para un regalo.

Es una historia que tiene sus momentos de humor, su toque irónico y que me ha gustado leer.


VALORACIÓN: