José Sbarra - Plástico Cruel

JOSÉ SBARRA - PLÁSTICO CRUEL

SINOPSIS

"Plástico cruel" es la historia de un amor no correspondido entre un travesti, Bombom, poeta y puta, y un chico de 17 años, Axel el cerdo, que llega a la ciudad procedente del campo y se enamora de una niña bien de Buenos Aires, Linda Morris. La agonia de Bombom es retratada a partir de su diario intimo, que se presenta en fragmentos entrecruzados con diálogos, alucinaciones y señales de tránsito. La narrativa de Sbarra se escribe fragmentada, se puede leer fragmentada, pero en un linealidad cinematográfica. El amor de Axel a Linda, el secuestro de esta, los amigos de Bombom que colaboran en la colaboración, y la poesía por sobre todas las cosas. Hija del submundo de los submundos del Buenos Aires de los 80, "Plástico cruel" es la obra que sigue a "Marc, la sucia rata", y es un paso más en el planeta Sbarra.

Hoy os quiero dejar la reseña de un libro que leí hace muy poco. No estaba en mis planes su lectura, pero me lo recomendaron y como tampoco es que sea muy largo, pensé en echarle una ojeada y nada, en dos días lo tenía terminado y con ganas de leer todos los otros de José Sbarra. Como dice en la sinopsis, primero se supone que debemos leer Marc, la sucia rata, pero que le vamos a hacer, yo he empezado por este y luego leeré el otro, por el estilo del autor dudo que suponga un problema de comprensión. 

Plástico cruel como podemos leer en la sinopsis es la historia de un triángulo amoroso: una puta travesti, un chico del campo y una chica rica. Nos podría llamar la atención por Bombon, la travesti, pero realmente los triángulos amorosos no son algo nuevo, al contrario, no hay libro que no los incorpore de alguna manera. Pero el autor va más allá de los típicos y de los esperado, no por lo que ocurre que tampoco es original, sino por la forma de contarlo. Os dejo un ejemplo con la primera página del libro, donde vemos como fue el encuentro entre la puta y el campesino:

"Me contó su vida en el baño de la Estación Central. Cuidaba cerdos, y olía a eso, pero se negaba a tocarme. Cogía en una batea con una cerda y le daba asco tocar a un travesti. Sin embargo, en sus ojos, hubo un margen de curiosidad cuando le mostré las tetas… Y, como que soy la más puta de las poetas, aproveché ese margen."

Varias voces nos cuentan la historia y cada una lo hace a su manera. Bombon lo hace a través de su diario, ahí nos explica como conoce a Axel el cerdo, como se enamora de él y como ve el inicio de su relación con Linda. Y lo demás nos llega en forma de diálogo, estos son rápidos y contundentes, con poco intercambio de palabras, podríamos decir que los personajes se dicen lo justo y muchas veces nos provocan una sonrisa o nos hacen torcer el gesto por su dureza, pero es un libro que no puedes soltar hasta que lo terminas. Y además de lo voz de estos tres personajes, encontramos las "Señales de tráfico" que son algo parecido a reflexiones de la vida en general y os diría que es lo que más me ha gustado pero no, la verdad es que me ha gustado todo, los diálogos, el diario, las señales...


Es un libro que se lee rapidísimamente, no creo que nadie tarde más de dos días en tenerlo terminado debido a sus párrafos cortos y a la agilidad que le dan los diálogos. Lo bueno es que lo leeréis muy rápido pero el recuerdo del libro os durará para siempre, ya sea para bien o para mal. En mi caso, para bien. Os quiero dejar otro ejemplo del talento del autor:


“Elegimos el ejemplar más exótico, nos enamoramos de su libertad y empezamos a construirle una jaula.”

y otra más y ya paro:

“Cualquier objeto de plástico dura más que un amor eterno”

De hecho, si os interesa leer más párrafos del autor, os he dejado dos entradas con las que más me han llamado la atención: Fragmentos literarios I y Fragmentos literarios II. 


Lo curioso de los diálogos es que Sbarra deja de lado el -dijo él -dijo ella... y no nos cuenta quién dice qué, pero tampoco hace falta. Enseguida vemos quién habla por la forma en la que lo hace, y en caso de perdernos en el inicio de cada diálogo aparece entre quién se realiza, pero ya os digo que poca falta hace.

La novela transcurre en Buenos Aires pero por las pocas descripciones que el autor nos deja bien podría ser en cualquier ciudad del mundo, siempre y cuando pensemos en un gran ciudad y en un barrio marginal de ella, porque es ahí donde pasan la mayoría de las situaciones. Contrasta también la realidad de Axel y la de Linda, el primero es pobre y vive en el caos, el desorden, la inmundicia; la segunda es una niña bien que vive con sus padres pero no se siente comprendida por ellos, sobretodo son divertidas las aportaciones de la madre y a medida que avanza el libro más gracia me iban haciendo, pero no os quiero engañar, no es un humor sano, es un humor negro, cargado de tristeza por todo aquello que refleja, vaya el humor que me gusta cuando leo un libro.

Y por si os planteáis de donde sale el título, es el apodo que Axel le pone a Linda, la está llamando mujer de plástico, pero sorprende que a pesar de la brevedad del libro los personajes evolucionen, pero lo hacen, los tres van cambiando a medida que leemos.

En definitiva, una novela que me ha gustado muchísimo, no puedo menos que recomendarla a todos los lectores a pesar de saber que a una gran mayoría no va a gustar, ¿Por qué? Por lo directo que es el autor y por no tener ningún problema a la hora de hablar de amor, sexo, política, corrupción, de lo que haga falta... y eso puede gustar mucho o nada. En mi caso, lo releeré.

VALORACIÓN: