SINOPSIS
Una golondrina solitaria decidió cobijarse entre los pies del Príncipe. Así nació entre ellos una amistad pura y generosa, capaz de cambiar la vida de los demás. La dorada estatua, admirada por todos los habitantes de la ciudad que protege, se siente triste.
Una golondrina solitaria decidió cobijarse entre los pies del Príncipe. Así nació entre ellos una amistad pura y generosa, capaz de cambiar la vida de los demás. La dorada estatua, admirada por todos los habitantes de la ciudad que protege, se siente triste.
SINOPSIS
Toda la obra es un gran juego de acciones y lenguaje, aprovechando los dobles sentidos de las palabras y las significaciones sociales de los términos. La puesta fue todo un éxito que se vio empañado por el escándalo propio de una sociedad puritana y cruel, deseosa de ver caer al hombre que se había atrevido a cuestionar las bases y principios de esa misma sociedad.
Toda la obra es un gran juego de acciones y lenguaje, aprovechando los dobles sentidos de las palabras y las significaciones sociales de los términos. La puesta fue todo un éxito que se vio empañado por el escándalo propio de una sociedad puritana y cruel, deseosa de ver caer al hombre que se había atrevido a cuestionar las bases y principios de esa misma sociedad.
El año pasado leí ya un libro de Oscar Wilde: De profundis y este año le he dado la oportunidad a dos relatos breves del autor.
El príncipe feliz tiene unas 40 páginas y La importancia de llamarse Ernesto unas 120. Vaya que en un par de horas, como máximo, podéis tener leídos los dos.
El príncipe feliz
Es un cuento con una moraleja bien clara. El protagonista es una estatua, la del príncipe feliz, que está colocada en lo alto de una columna desde la que se divisa toda la ciudad y todo lo malo que en ella sucede: pobreza, enfermedad, dejadez... Cuando el príncipe vivía no sabía nada de todo esto, él pensaba que todo el mundo era igual de feliz que él, pero ahora que puede ver a los ciudadanos ha descubierto su error.
Por ello, ahora ya no está feliz y una golondrina que busca refugio en su base le ayudará a solucionar alguna de las injusticias que se dan. Aunque para hacerlo, el pájaro tendrá que quedarse más tiempo en la ciudad del que debería y el invierno la encuentra ahí en lugar de en Egipto donde el tiempo es cálido y donde están ya todas sus amigas.
Creo que el relato lo puede leer cualquiera, es muy adecuado para niños y precisamente por ello hay muchas ediciones enfocadas a la lectura de los más peques, con ilustraciones y dibujos.
Es una historia muy breve pero que trata muchísimos temas: la bondad, la generosidad, la solidaridad, la amistad... pero también hay una parte de crítica social porque las clases altas no tienen en cuenta a los más pobres, pensando que todo va igual de bien a todos.
Un relato que me gustó mucho, del que puedes sacar muchas enseñanzas positivas y un buen aprendizaje.
La importancia de llamarse Ernesto
Totalmente alejado del cuento anterior, aquí encontramos una obra de teatro cargada de humor. Es una comedia de enredos donde tiene un gran importancia el llamarse o no Ernesto.
¿Qué encontramos aquí? Dos hombres que inventan a familiares y amigos para poder "hacer de las suyas", ya sea para ahorrarse una comida familiar o huir del campo a la ciudad, pero estos personajes inventados se les giran en contra y para solucionarlo lo acaban enredando mucho más. Eso sí, las mujeres no tienen ni voz ni voto, son las crédulas y las engañadas y los hombres unos crápulas que solo sentarán la cabeza por amor, en fin, un conjunto algo machista como podéis ver.
Fácil de entender, rápido de leer y con mucho diálogo como ocurre en todas las obras de teatro. Son especialmente divertidos los diálogos que se dan entre los dos hombres y las dos mujeres, por separado, ya juntos es otra cosa.
Por cierto que hay un juego de palabras en el título de esta comedia situada en la Inglaterra victoriana.
Se centra en la necesidad de llevar una doble vida para huir de la realidad y Wilde lo tituló: The importance of being earnest, que se podría traducir como la importancia de formal, esa palabra inglesa earnest se pronuncia igual que Ernest, nombre adoptado por los protagonistas de la comedia.
Este doble sentido se pierde en la traducción al español pero creo que valía la pena añadirlo.
Los dos relatos son muy fáciles de leer aunque creo que el que más permacerá en nuestra memoria es el primero. Pero si tenéis un par de horas, no dudéis en darle una oportunidad a los dos.
VALORACIÓN:
Hola guapa
ResponderEliminarNo he leído ningún libro de Óscar Wilde! Y la verdad que ganas tengo de saber cómo es su prosa. Me gusta que nos recomiendes libros cortos de relatos ya que me parecen ideales para desconectar de otras lecturas.
El príncipe feliz me llama más la atención que el otro, me interesa conocer la historia de esa golondrina y de esa estatua. Por el argumento me da a mí que no deja indiferente y esa moraleja me encanta para filosofar o reflexionar.
La obra de teatro como es breve y cómica igual le daría una oportunidad para pasar un buen rato. Hace años leía de vez en cuando obras de teatro y me entretenían.
Un besote
Hola, ¿Puedes creer que aun no leo a Oscar Wilde? tengo que resolver eso este año, así que apuntado queda. Gracias por la reseña ♥
ResponderEliminarHola guapa, pues precisamente estos que son cortos no estan nada mal para conocerlo!
EliminarHola guapa! Recuerdo esta historia del Principe Feliz, mi padre me la contaba cuando era pequeña y un dia me regalo un cinta de dibujos de cuentos donde salia. Me trae muy buenos recuerdos. Me lo apunto para leerselo a mi sobrino. Besos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarDe los dos relatos, solo me he leído el del El príncipe feliz, porque nos lo mandaron en ala escuela, y a pesar de los años aun lo tengo muy presente. Es un relato lleno de valores, un ápice de ironía y a mi parecer un triste pero bello final.
El otro admito que me suena el título pero no lo he leído, pero si nos dices que es fácil y rápido de leer, seguramente me anime con el. Es que es imposible decir que no a algo del grandioso Oscar Wilde.
Besotes
Hola, guapa
ResponderEliminarEl primer relato no lo conocía, pero el segundo sin duda sí. Lo leí hace mucho y al igual que tú me pareció gracioso en ciertas partes, pero si es es verdad que está cargado de machismo. Me gustaría leer el príncipe feliz.
He leído varios de Oscar Wilde, sin embargo no he leído el de La importancia de llamarse Ernesto, nunca me llamó la atención, pero ahora leyendo tu reseña le daré una oportunidad. Un saludo y gracias por informarnos.
ResponderEliminarHola wapa! De esta historia del príncipe hay una película de dibujos. Y recuerdo perfectamente la estatua porque en la película tenía una capa de oro y la golondrina ayudo a la estatua y fue cachito a cachito quitándole oro y dandoselos a los más necesitados que no tenían ni para comer. La estatua está triste al ver todas esas cosas y no poder hacer nada y la golondrina la ayudo. Bsss
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarQué curioso que nos digas que se mantendrá más el primero. En mi caso ha sido el segundo el que siempre ha estado en mi cabeza, de hecho, hasta que no he leído tu recomendación no lo había vuelvo a recordar. Muchas gracias por traérmelos a la memoria de nuevo.
Un besote!! ^,^!!
ELEB
Son dos relatos cortos muy fáciles de leer y con moraleja, yo los recuerdo del colegio y los comentarios de texto y demás ejercicios.siempre me ha gustado leer.
ResponderEliminar¡¡Holiii Olgi!!
ResponderEliminarDe Oscar Wilde si que he leído algunas cosillas, y la verdad es que me ha gustado mucho, muchísimo. ¿Has leído El Gigante Egoista? Si no lo has hecho, te lo recomiendo 100%, porque es por un estilo al de "El Principe Feliz". Tanto uno como el otro los tuve que leer en la clase de literatura, y son de esos libros que te gustan sí o sí.
¡¡Bsssos!!