Carlos González Jiménez - El borrador

EL BORRADOR - CARLOS GONZÁLEZ JIMÉNEZ

SINOPSIS  

La bondad y la maldad se asoman a las páginas de El borrador, el horror y el amor, las pasiones y el dolor. También las últimas voluntades y deseos, la sordidez y la luz. No siempre estamos preparados para asomarnos al precipicio de la ambigüedad del ser humano. No existe la pureza, todos somos tan malos como buenos, solo que algunos entre nosotros se balancean con más peligro entre los dos extremos y están dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias la voluntad de sus seres queridos.

Hoy os traigo la reseña de un libro que leí un poco de casualidad, mirando las novedades de la editorial Círculo Rojo me interesé por varios libros con los que ya no contaban y me preguntaron que me parecería leer El borrador, mirando la sinopsis pensé que podría ser una novela interesante y como muchas veces los mejores libros llegan de casualidad, pensé: ¡venga, adelante! Oye y de verdad, estoy super contenta por haberle dado una oportunidad ya que me ha gustado y mucho. 

Lo primero deciros que encontraréis sinopsis más extensas sobre el libro, pero he quitado una buena parte precisamente para no contar mucho sobre la historia de El borrador, no sé vosotr@s pero en mi caso cuanto menos sé sobre lo que voy a leer mejor, así no establezco ya hipótesis antes de empezar. 

Pero vamos a adentrarnos en el libro en sí. Es un libro que tuve que empezar un par de veces, a la primera no me enganchó mucho porque creo que tenía demasiadas cosas en la cabeza a nivel personal, entonces lo aparté un poquito, estuve unos días sin leer nada y al cabo de poco, reemprendí lecturas. En ese segundo momento, ya fue un empezar y no parar, lo he combinado con otros por eso he tardado un poco más de la cuenta pero a partir de la mitad, ya abandoné las otras lecturas para saber como terminaba la historia de El borrador. 

Nos encontraremos varias historias entrelazadas o eso es lo que parece a priori. Una vez vamos avanzando por sus capítulos vemos que no son tal, que toda la trama tiene un hilo conductor: Erasit, una empresa que se dedica a borrar todos los datos que tenemos en Internet una vez fallecemos y a la vez, se ocupa de guardar nuestros más oscuros secretos. 

Respecto a los personajes, Dimas -trabajador de Erasit- es alguien que nos confunde al inicio pero poco a poco logrará contarnos su historia. Aunque parezca que no podrá soportar el peso de la narración va evolucionando a medida que conocemos su pasado, presente e incluso futuro, pues aunque no tengamos esa sensación, los tiempos están algo mezclados y únicamente al final podremos ponerle un orden cronológico.

Lo de Erasit da que pensar, ¿es necesaria una empresa así? Imagino que en parte sí, desde luego lo de borrar nuestros datos de las redes una vez hayamos muerto, me parece sensato. Quizá no sería yo su principal cliente pues todas mis redes están enfocadas a los libros y poca cosa personal se puede encontrar mía, pero entiendo que quién comparte aspectos de su vida, una vez desaparezca puede querer que sus publicaciones también lo hagan. Pero esta empresa también se ocupa de guardar los secretos de sus clientes en unas cajas que nadie ha conseguido forzar, ahí el cliente decide qué guardar y para quién, desde dinero a fotos, registros de los negocios turbios... lo que se nos ocurra, y amparándose en el secreto profesional, se tiene total impunidad frente a la ley. Esta última parte es la que nos podemos cuestionar y debatir, creo que encontraríamos mil matices y mil motivos a favor y en contra, como también sobre si algunos secretos es mejor que sigan siéndolo o por el contrario, vean la luz.  

Varios temas confluyen en El borrador, desde la venganza, al deseo, la lujuria o las adicciones. Sexo, violencia, drogas... 

No está clara la dicotomía entre buenos y malos, pues si algo nos queda claro es que todos podemos actuar bien o mal en función de las circunstancias, o mejor dicho, el autor no justifica a los malos, estos parecen serlo casi per se, pero los buenos si que pueden tener esa doble vertiente en función de la situación. 

Capítulos cortos, que nos llevan de un sitio y de un personaje a otro. Muchas veces no sabremos por qué ocurre lo que ocurre pero ya os digo, es cuestión de paciencia, al final todo queda bien hilvanado y como no, tendremos que recapacitar luego sobre aquello leído, situarlo en el momento en el que toca y así veremos que todo queda cerrado y bien cerrado. El autor ha hecho un buen trabajo a la hora de construir esta novela, con todo pensado desde el inicio y es que, no me creo que pueda ser de otra manera por como queda todo tan bien colocado. 

Me ha gustado el estilo de Carlos González, nos habla de tu a tu en sus páginas pero a la vez con un lenguaje cuidado, siendo soez cuando toca pero elegante en otros registros, apto para todo tipo de público. Lo que cuenta, quizá pueda alterar algún que otro estómago sensible, pero es tan al final que creo que podemos pasar por ello sin problemas. 

Buen equilibrio entre descripciones y diálogo, algunas de las escenas están descritas de forma muy visual y eso nos ayuda a imaginar aquello que no se nos cuenta. 

En definitiva, una novela que me ha gustado mucho y a pesar de que al inicio me costó un poco hacerme con ella, una vez le di una oportunidad a su historia, me fue atrapando cada vez más. 

Totalmente recomendable si buscáis un libro que no podréis soltar hasta cerrar la última página. 

VALORACIÓN: