Cada una de las celdas de Maddom encierra en su interior la historia de alguien que, según el resto de la humanidad, enloqueció. Después de guardar silencio durante años, Markus Carver, doctor del centro, ha decidido abrir dichas celdas para mostrarle al mundo que tras cada terrorífico delirio hay un motivo, por muy difícil que sea verlo. «Tal vez aquello que nos hace distinguir entre la realidad y la ficción sea, únicamente, nuestra propia capacidad de comprensión».
El libro cuenta con unas 230 páginas y está dividido en diferentes celdas. En cada una de ellas encontramos a un paciente del que conoceremos la historia que le ha llevado ahí.
Hay un narrador, Markus Carver, doctor en Maddom quién nos va guiando, cual Virgilio, en ese descenso hacia la oscuridad que alberga cada paciente. Relato tras relato descubriremos lo peor de la enfermedad mental, las consecuencias de los actos de cada uno y como la sociedad lo vive.
Son doce cuentos que tratan diferentes temas y que presentan dos posibles interpretaciones, como mínimo. Pues, de cada uno de ellos, leemos primero el relato tal cual lo ha vivido su protagonista, después, nos encontramos con las notas que en su día escribió el doctor y finalmente, tendremos nuestra propia interpretación.
En algunos cuentos me ha gustado más la primera, me ha parecido más coherente, en otras en cambio, me quedo con la del doctor y por lo tanto, con la de la psiquiatría. Pero a veces, me he montado una tercera versión, mezcla de la primera y la segunda que es la que me ha convencido. Por eso os decía lo de las diferentes interpretaciones y claro, a cada lector, un diferente pensamiento.
Las historias son bastante cortas y cada una de ellas incluye una ilustración que resume de alguna manera el terror del prota o lo que le ha sucedido.
Debo decir que me han gustado mucho, son como la guinda al pastel. Las firma Alejandro Emerson y algunas son auténticas joyas visuales.
La portada también nos habla un poco de los casos, aunque de eso te das cuenta después, una vez has leído más de uno y abierto y cerrado el libro más de una vez.
Como tuve la suerte de poder participar en los comentarios de la lectura conjunta y en ella participó también su autor, me di cuenta de que cada lector eligió diferentes relatos como favoritos, eso habla de la calidad del texto, pues cuando varias personas diferentes coinciden en los mismos, puede ser que la calidad sea desigual pero aquí, cada cual vio unos elementos diferentes que le llamaron y eso creo que es bueno.
Es el primer texto que leo del autor y me ha gustado su estilo: visual, directo, con los detalles necesarios para crear un contexto pero sin pasarse con ellos.
Lenguaje a su vez adecuado a lo tratado, sí que hay algún termino psiquiátrico pero nada que no se pueda entender o que nos dificulte su lectura.
El problema es que una vez terminamos uno, vamos a por el otro y claro, quizá lo suyo es gestionarlo un poco y poder disfrutar caso a caso sin correr, eso lo logré gracias a los plazos de lectura, sino creo que a los dos días lo hubiera acabado.
Y ya terminando, respecto a la temática de los casos, son de lo más dispares: canibalismo, posesiones, asesinatos, suicidio... la variedad los hace interesantes y aunque con algunos he flipado, más que con otros, ninguno me ha parecido malo, ni siquiera regular, simplemente con algunos me quedé con la boca abierta.
Por todo lo anterior, ya os queda claro que volveré al autor en un futuro no muy lejano, de hecho, tiene otra obra que trata sobre Maddom: Bienvenidos a Maddom y si no, cuando saque el segundo volumen.
Podríamos clasificar estos relatos dentro del género de terror, pero son aptos para todos los públicos, incluso para aquellos más sensibles.
Si os gustan los relatos con un nexo común, os puede gustar este libro. En mi caso ya os contaré lo que vaya leyendo del autor en el futuro.
VALORACIÓN:
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro, pero suena super interesante que se puedan tener varias interpretaciones. Le echaré un ojo.
¡Un beso!