SINOPSIS
Colombres, capital del concejo de Ribadedeva. Oriente de Asturias.La plácida vida de Berta Vega se ve trastocada cuando secuestran a su hija durante cuarenta y ocho horas y luego la liberan a más de cien kilómetros de su casa. Todo se complica cuando se perpetra un segundo secuestro que pone en jaque a la policía. En el curso de la investigación, se descubre una conexión entre las desapariciones de las adolescentes y un suceso que se produjo en Madrid veinticinco años atrás. La inspectora Roldán, de la Policía Nacional de Gijón, y la cabo Herrero, de la Guardia Civil de Colombres, cuentan con una valiosa pista: la sustancia hallada en la sangre de las víctimas, un potencial alucinógeno utilizado desde tiempos ancestrales que se extrae del árbol del tejo.
Colombres, capital del concejo de Ribadedeva. Oriente de Asturias.La plácida vida de Berta Vega se ve trastocada cuando secuestran a su hija durante cuarenta y ocho horas y luego la liberan a más de cien kilómetros de su casa. Todo se complica cuando se perpetra un segundo secuestro que pone en jaque a la policía. En el curso de la investigación, se descubre una conexión entre las desapariciones de las adolescentes y un suceso que se produjo en Madrid veinticinco años atrás. La inspectora Roldán, de la Policía Nacional de Gijón, y la cabo Herrero, de la Guardia Civil de Colombres, cuentan con una valiosa pista: la sustancia hallada en la sangre de las víctimas, un potencial alucinógeno utilizado desde tiempos ancestrales que se extrae del árbol del tejo.
La reseña de hoy es de un libro que estoy viendo bastante en Instagram. Se trata de la primera novela negra de Marta Huelves, publicada por Ediciones Maeva en su colección Maeva Noir.
Cuenta con poco más de 400 páginas y su acción transcurre en Colombres, Asturias.
La memoria del tejo no es una novela negra al uso, tampoco es un thriller, es más bien un relato de misterio o de intriga.
El libro empieza con la pesadilla de cualquier madre: el secuestro de su hija. La chica es liberada al cabo de 48 horas a 100 kilómetros de su casa y no recuerda nada.
Este no será el único secuestro y todos presentan características muy parecidas, aunque su desarrollo acabe siendo diferente. La policía logrará establecer una conexión con un caso ocurrido en el pasado y en Madrid, todo ello complica aún más un caso ya de por si difícil.
La investigación correrá a cargo de la inspectora Roldán, de la Policía Nacional de Gijón y de la cabo Herrero, de la Guardia Civil de Colombres. La colaboración será fundamental para descubrir quién es el culpable y porqué usa un potente alucinógeno que se obtiene del árbol del tejo.
La ambientación del libro es insuperable, paisajes que estoy ya deseando visitar, bosques enigmáticos y los usos rituales del tejo. Mitología, tradiciones y folklore se dan la mano con la parte más científica pistas, pruebas, sospechosos...
Me parece una buena idea situar la acción en un sitio idílico, esos pueblos donde todo el mundo se conoce y que hacen que todos acaben sospechando de todos.
Si hablamos de los personajes, debo decir que las mujeres que aparecen en la novela son fuertes, seguras de si mismas y evolucionan a lo largo de sus páginas, cosa de agradecer. Los hombres también aportan pero creo que se quedan un poco más en un segundo plano.
Nos encontramos una trama que mantiene el misterio, mezclando la parte policial con la personal de todos los implicados. Podría parecer que estos detalles personales pueden enlentecer la novela, pero no es el caso, le dan otro enfoque y la hacen más interesante.
No hay una única línea a seguir, ya que la autora intercala capítulos de la persona que se lleva a las chicas. Conocemos un poco lo que piensa, lo justo para motivar a nuestra mente a seguir buscando entre los posibles sospechosos.
Marta Huelves logra mantener la intriga a lo largo del libro y estamos hablando de algo más de 400 páginas. Pero, no se hace pesado en ningún momento y nos mantiene pendientes de la información que se va recabando, estableciendo hipótesis sobre quién puede ser el malo y qué motivos le hacen actuar de esa manera.
Detrás de La memoria del tejo se intuye un excelente trabajo de investigación, tanto en lo referido a los mitos y leyendas como en lo relacionado con el tejo o las actuaciones policiales, y desde luego, la zona se la conoce a la perfección.
La autora es historiadora y creo que eso se nota en su interés a la hora de contar ciertos episodos, el pasado tiene mucha importancia en el desarrollo de la novela y a la hora de enfocar la investigación.
Y con todo ello, Asturias es una zona maravillosa donde situar una novela de misterio con tintes mitológicos.
Capítulos cortos, lenguaje sencillo aunque no del todo coloquial, algunas palabras en asturiano marcadas en cursiva y que deducimos por el contexto, no presentan problemas de comprensión.
Todo el conjunto es un buen trabajo, de fácil lectura, seguro que es uno de esos libros que os mantendrá enganchados a su trama, es ideal para combinar con otros más complejos aunque a partir de cierto momento, seguro que ya será complicado de dejar.
Poco más puedo decir, es una novela que recomiendo y que creo que disfrutaréis. Ah y por algún que otro detalle... creo que estamos frente a una posible saga, al tiempo.
VALORACIÓN:
Lo tengo en la estantería pendiente y me dejas con ganas. Buena reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!
ResponderEliminarTambién había visto ya la novela por ahí, y tiene elementos que me llaman mucho, así que puede que le termine dando una oportunidad.
¡Un beso!