Tras su ejecución en la silla eléctrica en 1989, el infame asesino en serie Ted Bundy dejó una estela de sangre y dolor como legado, pero también una hija. Una hija desaparecida para el mundo y que ahora vive bajo el nombre de Rose Blake en Leavenworth, un pequeño pueblo turístico en pleno estado de Washington, en el que trabaja como guía del Museo del Cascanueces. En Leavenworth nunca pasa nada que altere la rutina diaria. Sin embargo, cuando eres la única hija de Ted Bundy y su misma sangre corre por tus venas parece que el mal sigue tus pasos hasta dar contigo. Eso es lo que piensa Rose cuando una serie de terribles asesinatos empiezan a sucederse en Leavenworth. Unos asesinatos que tienen un sello de identidad que ella conoce muy bien: se trata del mismo modus operandi que Ted Bundy utilizó en la década de los setenta para secuestrar, violar y asesinar a sus víctimas. Algo acecha en Leavenworth bajo la amenaza de un asesino imitador de Ted Bundy. Porque el mal tiene múltiples formas de manifestarse y también aguarda a ser descubierto en la buhardilla de la casa de Rose: unos diarios secretos escritos por el propio Ted Bundy, de cuya existencia el mundo no sabe nada y que lo van a cambiar todo para Rose Blake. ¿Puede el amor de una hija redimir a un asesino en serie? ¿Es el mal algo que pueda heredarse? ¿Será capaz Rose de detener al asesino que asola Leavenworth, con ayuda de los diarios de Ted Bundy?
Ted Bundy nunca ha sido mi preferido, de hecho, siempre me ha fascinado Dahmer, el carnicero de Milwaukee, pero Bundy tienen también su... encanto.
Para los que no lo conozcáis, Ted Bundy fue un asesino en serie estadounidense que confesó 30 homicidios de mujeres y niñas que cometió en 7 estados. Una vez arrestado, fuga de por medio y alguna que otra maldad de mientras, fue ejecutado en la silla eléctrica.
Bundy tuvo una hija, porque sí, cuando no se dedicaba a secuestrar, matar y/o violar, tenía una vida más o menos normal. Su novia se llamaba Elizabeth y la hija de ambos, Molly.
Y este libro, se centra en esto, la vida de la niña que convivió durante sus primeros años con Bundy, no con el serial killer, sino con el padre. En el libro la chica se llama Rose y vive en Leavenworth, un pueblo donde nunca sucede nada hasta que se encuentran a una chica asesinada, pero no será el único cadáver. Hay un modus operandi que solo Rose parece ver y que le hace pensar en como actuaba su padre, además justo en ese momento ella encuentra los diarios de Bundy. Así pues, el libro sigue varias tramas, la vida de la chica, el asesinato y los que le siguen y la vida de Bundy contada a través de ese diario personal.
Los diarios son la manera que ha elegido la autora para hacernos llegar la voz de Bundy, sus sentimientos por las mujeres que le rodean y por su hija, nos habla de sus pulsaciones, de aquello que le movía a matar o a poder contener sus ganas.
También nos enseña lo delgada que es la línea que separa el bien del mal.
Es un libro que cuenta con 360 páginas y aunque pueda parecer algo largo, la verdad es que no se me ha hecho pesado en ningún momento. Lo he leído en muy poco tiempo y su desarrollo y final me han gustado mucho.
El lector intuye desde muy pronto quién es el asesino y todos los hechos lo van confirmando, pero creo que la autora en ningún momento quería que eso no pasara, vaya que ella -creo- quería que el lector lo supiera antes que los personajes.
La historia te mantiene enganchado a ella, aunque intuyes por donde irá y casi como acabará, pero a pesar de ello, sigues con interés la lectura
Se incluyen muchos detalles, una buena ambientación, referencias a lo sucedido... vaya que se nota un trabajo de documentación bastante extenso detrás.
Una novela que mezcla ficción y realidad a partes iguales. El conjunto de menos a más, hace que empaticemos con el mismo asesino.
Una trama interesante, con pocos personajes y buena caracterización. De ahí que también sea fácil deducir lo que sucede. El protagonismo lo comparte Rose con su padre. Ella es una mujer a la que vemos evolucionar página a página, que se plantea su herencia y a su padre, también sus sentimientos por él y por su madre. Y Bundy también evoluciona a través de su escrito en los diarios
Una lectura recomendable, una trama bien construida y bien desarrollada, en la que nos parece estar de verdad leyendo a Bundy y reconstruyendo sus vivencias.
Quizá, como os decía, es un poco repetitivo en algún punto, pero igual es lo que pasa cuando escribimos un diario, nos repetimos sin darnos cuenta.
Si os gustan los asesinos en serie, no lo dudéis, es una lectura que os va a enganchar y a gustar sin ninguna duda.
¡Holaaaa!
ResponderEliminarNo lo descarto, desde luego estos temas a mí también me llaman la atención, aunque tengo que estar del humor apropiado, eso desde luego.
¡besotes!