"El plato tiene su origen en Estados Unidos, cuando los chinoamericanos que trabajaban y eran explotados en la construcción del Ferrocarril Transcontinental, por supervivencia, recogían las sobras de comida que tiraban los jefes de la obra. Y con esos restos y la cantidad de arroz que les daban diariamente, crearon el arroz tres delicias. "Siento que todos los que hemos sido considerados minorías compartimos una historia parecida. Con las sobras, los restos, los escupitajos, el racismo, la misoginia y la homofobia nos hicieron pedacitos, pero luego nos recompusimos y nos hicimos más fuertes. Este libro trata sobre ese momento crucial en el que uno decide deconstruirse y apropiarse de esos pedacitos."
Arroz tres delicias es un libro publicado por Penguin Random House, escrito por Chenta Tsai Tseng, conocido por su nombre artístico, Putochinomaricón.
Él es un cantante, músico y activista español nacido en Taipéi, Taiwán. Se trasladó con sus padres a España con once meses, creciendo en Vallecas.
Llegué a este libro de forma curiosa pues un amigo me habló de él, se lo había recomendado su hermana y ya por el título me llamó la atención y al final, decidimos leerlo de forma conjunta. Tiene 143 páginas y las dividimos en tres sesiones, de unas 50 cada vez.
El título proviene del plato, cuya receta aparece en sus primeros capítulos, y su origen leemos que proviene de la comunidad China residente en Estados Unidos, cuando los chinoamericanos que eran explotados en la construcción del ferrocarril, recogían las sobras de comida que tiraban los jefes de la obra. Con los restos y la cantidad de arroz que les daban cada día, crearon ese plato.
Lo primero que nos sorprende al empezar la lectura es el lenguaje inclusivo en el que está escrito, por ejemplo, "les chinoamericanes", "todes", etc.
Es un libro, como os he dicho, bastante corto y muy fácil de leer. Está dividido en 28 capítulos, así que ya os podéis imaginar que estos son bastante cortos, eso ayuda también a avanzar rápidamente por esta lectura.
Pero, fácil no quiere decir simple que un poquito sí... aunque es más bien light, una especie de introducción para interesados en el tema del racismo, la divergencia sexual, la racialización migrante... con algunas anécdotas personales de su autor, pero sin entrar en detalles ni en situaciones difíciles de leer, tampoco en temas profundos. No abusa a la hora de llenarnos de datos, comparativas o noticias de periódicos o televisión. Por cierto, que el autor escribe artículos de opinión en El País y les he echado una ojeada y la temática es parecida a la que encontramos en este libro: disidencia, racialización, estereotipos...
Chenta nos cuenta en Arroz tres delicias como se siente fuera de lugar, un extranjero cuando va a Taiwán pero también cuando está en España, teniendo que responder a preguntas como ¿De dónde eres? por precisamente hablar perfectamente el español. Creo que es un sentimiento que entenderán muchas personas quién por ser físicamente diferentes ya tienen que justificar sus orígenes.
Algo así pasa con el color, es verdad que se asocia a los asiáticos el color amarillo y el autor nos cuenta de donde sale esta idea. Y lo menciono porque introduce un concepto que desconocía, el yellow facing, o sea, cuando personas no asiáticas son caracterizadas para que interpreten papeles de personas asiáticas (ojos rasgados, piel más blanca...).
Eso me hizo pensar en algo de lo que se habla cada día de Reyes, cuando alguien se caracterizaba (en algunos sitios imagino que aún pasa) como negro para interpretar a ese Rey Mago. Y si eso siempre me ha molestado, me ha sorprendido no haber caído en que también sucede con personas asiáticas.
El autor consigue que también recapacitemos sobre la falta de referentes que tenía de pequeño, pues no podía identificarse con nadie y se sentía mucho más solo y separado de los demás. Y obviamente se mencionan canciones infantiles que son racistas, también como se representa a la comunidad asiática en dibujos, películas, libros y un largo etcétera.
En Arroz tres delicias nos encontramos con un relato autobiográfico donde priman las experiencias del autor más que el intentar convencer o enseñar. Es por ello, un libro personal donde ya empezando con el lenguaje inclusivo, creo que puede hacernos reflexionar sobre algunos conceptos, siempre y cuando vayamos más allá de lo leído, y observemos nuestro alrededor con mirada crítica, sino, es probable que solo nos quedemos en las palabras que utiliza Tsai y lo olvidemos tan rápido como lo hemos leído.
Me ha sorprendido todo el tema de las etiquetas, no soy mucho de etiquetar en nada, ni sexo, raza o género, que es lo que menciona el autor y me da la sensación que él intenta no hacerlo pero se mete de lleno, empezando por los cis, los queer y acabando donde queráis, no sé hasta que punto ayuda el encasillamiento en un sitio u otro, tampoco creo que haga falta, pero quizá lo vea desde mi perspectiva y no es la misma que la del autor.
Así pues, es una lectura que me ha gustado pero me ha sabido a poco, esperaba algo más. Si bien la parte personal no está mal y nos hace pensar, creo que ha pasado bastante por encima de todo, dejando alguna que otra pincelada para publicar un libro ameno, fácil, que nos puede llevar a otros si nuestro interés sigue vigente.
Me queda pendiente escuchar la música de Putochinomaricón, por lo leído, creo que puede ser interesante.
VALORACIÓN:
Hola!
ResponderEliminarMe parece interesante el nombre que le pusieron al libro y que trate de otros temas en realidad, JAJAJAAJ.
La verdad es que suena que es un libro en el que podrías educarte un poco más de ello.
Un beso!